«En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad.»
Arthur Schopenhauer (1788-1860) Filósofo alemán.
Ella, la protagonista. Siempre. Y en esta segunda entrega de «Cómo la música marcó mi vida» (sección que pensamos para mostrar una parte más personal de los artistas) lo tenemos a Rafa Daney, cantante y músico de Hacha de Papel, una banda que viene girando hace doce años y convierte distintas influencias en una identidad propia, que puede escucharse en su último EP titulado «Manual de Escape».
Los invitamos a conocerlo, y conocerlos.
HRSR: Cuándo y como fue tu primer contacto con la música o el arte y qué sensaciones guardas de ese momento.
RAFA: La primera vez que encontré o tuve en mis manos una guitarra fue jugando a la escondida a los 9/10 años, a pesar que ya de niño me manifestaba en reuniones familiares y era el raro, pero mis viejos por temor a que les saliera músico (abogado y maestra ambos tal cual confesaran años más tarde, trataban que no tenga contacto con instrumentos de ningún tipo, a pesar que en casa se escuchaba muchísima música por mi viejo coleccionista de vinilos y amante de música de todo tipo. Mi encuentro con la guitarra escondida lo recuerdo en cámara lenta, abriendo una puerta buscando a alguno de los escondidos del juego, dormía arrumbada en un costado toda sucia pero con las cuerdas intactas. Recuerdo un despertar en mi por el instrumento, y por la expresión del mismo, que hasta el día de hoy me acompaña cuando toco o pruebo cualquier viola, casi como un fulgor en el alma de sentir en ese pedazo de madera algo mucho mas poderoso.
HRSR: Cuándo y cómo viste reflejado en concreto tu primer sueño con la música.
RAFA: Debute en los escenarios a los 16/17 años con una banda que hacia covers de Creedence, y no recuerdo mucho, solo tengo flashes, dado que estaba tan nervioso porque el local estaba lleno que me emborrache con Hesperidina con jugo de Pomelo que habíamos logrado pasar de contrabando, porque a los menores no nos daban escabio «logicamont». Subí completamente ebrio, y recuerdo a mi hermana agarrándose la cabeza probablemente por el espectáculo patético, aunque tiempo después me confesó que le había gustado el show (tenia 10 años en ese entonces y me viene a ver en la actualidad siempre). En fin, lo recuerdo como un verdadero éxito y un quiebre en mi muy fuerte en cuanto a lo que sentía debía hacer en adelante en mi vida. Tocar y cantar.
HRSR: ¿Qué conservas de aquella experiencia?
RAFA: En si fue bastante caótico tener que lidiar con el combo ebriedad+juventud+instrumento+canto+público (familia) y lograr algo. Sí recuerdo que me había planteado como único objetivo terminar el show, y así lo hicimos, pero para mi en términos de sensaciones había tocado en River. Había dado el show de mi vida. Una sensación que te parte al medio y de la que no querés librarte, por el contrario.
HRSR: ¿Cuándo sentiste que la música marcó tu vida, la cambio o te salvó?
RAFA: Habito ese lugar hace mucho tiempo. Hacer, crear. Interpretar. Escuchar. La música te interpela siempre. Te balea desde lugares inimaginables para matarte y volver a nacer. Creo que pocos tomamos dimensión de la importancia de la música en nuestras vidas. Para mi como compositor es bálsamo puro, lo ha sido en los momentos más alegres y en los más tristes, y humildemente mi redención siempre vino de la mano de alguna canción o algún show.
HRSR: Tres canciones que marquen momentos importantes de tu vida.
RAFA. Ya no sos igual de 2 minutos. Himno que me acompaño en mi adolescencia en la Argentina de los 90 cuando corríamos de la policía surfeando las razias que igual nos la daban.
La Mejicana de Tata Barahona, me trae una Gira de 6 fechas que hice en 2017 en Chile y de la que conservo enormes amigos y maravillosas anécdotas. Me impactó y me impacta como la letra labura un crossover constante, con un relato de raigambre súper profunda del Chile de ese momento y del Chile de hoy.
Infancia del Chango Spasiuk, es una canción con la que lloré y lloro infinidad de veces. La melodía toca algún tipo de fibra intima que me trae de un saque a la época de pendejo corriendo un colectivo, comiendo en lo de mi abuela en Pompeya después de ratearme, desnudando un primer amor, un primer beso, un día de lluvia, o varios, mirando por la ventana fumando cigarrillos Achalay con gusto a mierda. Tomando mate en un camping, viajando a un show. Contiene todo.
HRSR: A quienes recordás que ya no están, que te hayan dejado una enseñanza en este camino. Y a quienes que si están querés homenajear en este momento.
RAFA: Perdí a mi viejo hace un año por este bicho de mierda y ahora a la distancia es donde espectoran más mis sensaciones de que su enseñanza, sin quererlo queriendo, respecto a toda la música que escuché y escucho en mi vida me marcó a fuego (conservé por decisión de la familia su biblioteca musical de vinilos y cds, y aún no llegué ni a un 10% de lo que debería escuchar).
Mi homenaje en vida es para aquellos que me quieren bien, mi compañera, mis hijos, mi familia toda, mis compañeros y hermanos de Hacha de Papel que me apoyan y siguen en todas. Grandes pilares todos y en particular a aquellos a los que les gustan mis canciones.
HRSR: ¿Dónde están tus sueños hoy hacia donde viajan?
RAFA: Están clavados en ese recital perfecto lleno de magia, lleno de gente, lleno de energía, lleno de canciones. Alumbran el hambre de darse a conocer, son la guía que respira conmigo en las noches no tan buenas, son anhelo, son caricias al alma, son sueños que coexisten con que el mundo no siga tan hecho mierda, son intuiciones también.
Sueños, costumbres, deseos, recuerdos, VIDA. Música es Vida.
Por: Susana Galarza.
Agradecemos a CED Comunicación por la gestión de la presente entrevista.
HACHA DE PAPEL
Sábado 22 de Octubre. 23 horas. La Noche de los Museos. Museo Yrurtia de Belgrano (CABA)